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En 1980, cinco años después de que Robert Opron dejara Citroën por Renault, el Bureau d'Etudes, bajo la dirección de Jean Giret, terminado el desarrollo del BX que pronto se lanzaría y concentró sus energías en trabajar en un reemplazo del CX . Esta tarea se llevó a cabo sin el conocimiento o la aprobación de Xavier Karcher y, por lo tanto, sin ningún informe formal de diseño de PSA. La base sobre la que operaba el equipo de Giret era un CX redimensionado equipado con un portón trasero de dos piezas que permitía una configuración clásica de baul o hatchback, según se deseara. El tratamiento frontal fue similar al del BX. PSA había dejado claro a los responsables de Citroën que el CX sería el último Citroën "peculiar". Cuando Art Blakeslee descubrió este modelo, ordenó su destrucción, y PSA impuso su personal en la Oficina de Vélizy.  |
 
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