Veintinueve años separan estos dos misilsitos con el logo GTi. Con el sensual 205 GTi el nuevo 208 GTi comparten el rendimiento despiadadamente eficiente. Pero el "ancestro" necesita mucho mas conocimiento para ser manejado y dominado, en cambio el 208 es mas predecible y la misma efectividad está al alcance de conductores menos experimentados sin correr demasiado riesgo.
La herencia es difícil de soportar cuando te llamas Peugeot 208 GTi. Tres letras pequeñas y magicas que los 206 y 207 no han exhibido, al menos en Francia (El 206 conocido en el extranjero como GTI en Francia se comercializó como 16S y el 207 GTI comercializado en algunos mercados es un simple 207 Feline con algunos logos GTI agregados) . Pero los años pasan y los mercados cambian, el 208 para reeditar las siglas GTI debía mantener el temperamento y aura de su antecesor pero debía desprenderse de ciertas caracteristicas personales del viejo 205. Nacido en 1984, época de oro de los entusiastas de la conducción deportiva, donde la velocidad era sinónimo de éxito. No obstante este este "bodybuilder" 208 gusta de referenciarse en su predecesor: Detalles rojos en el interior y exterior, , logotipos GTi en los laterales y el volante, además de una línea roja en los cinturones de seguridad (dependiendo de la versión y año, el 205 GTi traia cinturones rojos), como para confirmar la paternidad. Si el gradiente de negro-rojo alrededor de los aireadores y manijas de puertas no son adecuados para todos los gustos, los pedales de aluminio y el recubrimiento de cuero cosido que cubre el tablero de instrumentos proporcionan un toque elegante.
El 208 GTi muestra una fuerte personalidad con su instrumentación en alto, su gran pantalla táctil y un pequeño volante, rediseñado para la ocasión promete agilidad. Por desgracia, ya que muchos conductores usan los asientos en el nivel más bajo esto hace que el aro del volante oculte la parte baja del instrumental lo que obliga a una posición de manejo mas alta. Claro que esto que parece un inconveniente hoy en dia, pero puede ser modificado devido a las multiples regulaciones del volante y la butaca, comparado al volante fijo del 205 GTi que no permite ningún tipo de corrección si no te encuantras a gusto, salvo deslizar el asiento hacia atras o adelante y reclinar el respaldo. La comparación que nos ocupa es con un GTi 1.9 "Fase 2" posterior a 1987, cuando recibió un tablero más moderno. Deslizándose en su asiento implica, de hecho. otra bofetada la recibimos al observar las terminaciones, a pesar del impecable estado de este ejemplar, y que fuera competitivo en su época, este interior hoy dia no es digno ni de un Lada. Con el equipamiento sucede algo similar: Aparte de los alzavidrios eléctricos delanteros y cierre centralizado, no hay nada mas que mencionar. falta de A/C y un enorme agujero indica la ubicación de la radio. En resumen: El 205 GTi, es para divertirse manejándolo y nada mas.
El dueño me dio las llaves, subí, me acomode lo mejor posible, contacto, arranque, el cuatro cilindros lucha por estabilizar sus rpm regulando (defecto recurrente en el tiempo) y sacar el coche del garage requiere esfuerzo, no tiene dirección hidráulica (era una opción) . 3,8 vueltas del volante de tope a tope son también bastante anacrónicos (2.9 vueltas en el 208 GTi), pero una vez que el 205 GTi está en movimiento sorprende, hay que esforzarse realmente para controlar su temperamento. Este león es un peso ligero (875 kg), y esa es su virtud. El acelerador muy sencible acentúa la impresión de vivacidad, sobre todo porque el 1.9 de 130 CV es rapido para montar en vueltas y otorga una aceleración destacada aún hoy en dia (0 a 100 km 7,8 s). Como kart, este 205 GTi sorprende por su agilidad y eficiencia de su tren delantero, incluso loable. Pero mucho cuidado con no dejarse llevar. En primer lugar, porque el frenado sin ABS no permite distancias de frenado razonables hoy en día. y no existe tampoco ESP, no hay ningún artilugio electronico que compense una mala conducción.
Conducido a un buen ritmo, este GTi cuenta con un freno motor importante y una simple elevación del pie genera deslizamientos repentinos, lo que requiere un sólido conocimiento de countersteering. La conducción no es fácil, el entorno sonoro es "rico" el ruido del aire y el motor rumoroso. Antes de necesitar una aspirina, hago una parada para tomar fotos y cambiarme al volante del 208. El ambiente es mucho más tenue, el espacio, más generoso, pero no todo es color de rosa. Comenzando por la escasa visibilidad trasera - extraño las grandes ventanillas del 205 - y la firmeza de la suspensión a baja velocidad que informaba mejor lo que estaba sucediendo entre el auto y el piso. A excepción de algunas resonancias de escape, el sonido del 1.6 turbo no es intrusiva, Peugeot no ha logrado meter el "sistema de sonido" del RCZ dentro del reducido espacio del 208. Los primeros kilómetros son bastantes frustants, el tráfico pesado con la ventaja única de demostrar docilidad adecuada del motor y la transmisión.
Yo ya creía estar manejando un 208 normal, hasta llegar a una zona libre de transito. Ahora, a dar rienda suelta a los 200 HP del sofisticado 1.6 (inyección directa, turbo de doble entrada). Aceleración consistente - de 0 a 100 km / h en 6,8 segundos - si no es espectacular, el par constante desde 1.700 a casi 5.000 rpm da una sensación de suavidad. Sin embargo, la aguja del velocímetro sube rápidamente, lo que pone de relieve la capacidad de conducción del 208 GTi, aunque el control de estabilidad ESP está desconectado. El pequeño león cambió la inestabilidad de la cola del 205 GTi a una actitud perfectamente neutral, muy tranquilizadora, pero poco emocionante en el 208 GTI. El 208 GTi ofrece la posibilidad de un manejo silencioso, es muy versatil. El consumo puede superar los 15 l/100 km si abusas del 1.6 turbo, pero es perfectamente posible limitarlo al 8 sin caer en una conducción frustrante: la sexta es utilizable a partir de 70 km/h y ofrece buenas reprises (80 a 120 km / h en 8,4 segundos según Peugeot). Después de un último intercambio, una cosa está clara: el 208 GTi no marcará la historia como el 205 GTi. Pero tan emocionante como lo sigue siendo, este último corresponde a una época pasada que lamantablemente no regresará.
208 GTI -
Pro
Impresionante versatilidad
Rendimiento uniforme
Capacidad de conducción
Correcta terminación interior
Contra
Sensation endulzada
Comportamiento poco exitante
Mala visibilidad
Posición de conducta cuestionable
205 GTi -
Pro
Chasis ágil y eficiente
Aceleración
Temperamento explosivo
Contra
Desactualizado para las condiciones actuales de tránsito
Dirección dura en maniobras
Equipo mínimo
Fuente: L'automobil Magazzine Fr.
Rendimiento uniforme
Capacidad de conducción
Correcta terminación interior
Contra
Sensation endulzada
Comportamiento poco exitante
Mala visibilidad
Posición de conducta cuestionable
205 GTi -
Pro
Chasis ágil y eficiente
Aceleración
Temperamento explosivo
Contra
Desactualizado para las condiciones actuales de tránsito
Dirección dura en maniobras
Equipo mínimo
Fuente: L'automobil Magazzine Fr.
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