Al recibir el V6 PRV, el Peugeot 505 se transformó en un gran turismo rápido y refinado, casi premium, desafiando descaradamente a los BMW y Mercedes. A la sombra del Turbo Injection, el V6 merece ser redescubierto.
¿Que se considera coleccionable?
Se consideran coleccionables los modelos de especial interés y, por tanto, merecedores de conservación. No necesariamente un clasicos o antiguos, pero que existen en una cantidad limitada, ya sea porque el fabricante lo ha decidido asi o porque su producción fue detenida. Luego, influyen las características que los hacen especialmente deseables: un motor, un chasis, un diseño o un concepto. Finalmente, es probable que vean aumentar su precio. ¡Un argumento adicional para coleccionarlos antes que los demás!
¿Por qué se puede coleccionar el Peugeot 505 V6?
Ya por ser el último tracción trasera de Peugeot. Equipado con un chasis bien afinado, el V6 ofrece las sensaciones de conducción típicas de los sedanes con tracción trasera. Ademas, aprovecha el V6 PRV en su mejor versión, que le permiten funcionar sin problemas, en beneficio de la aprobación. Finalmente, resulta ser muy raro.
El 505 1979. Elegante pero no divertido, no tenía el carisma del 504 en 1968. |
505 Turbo Injection 1982 |
En 1985, el 505 recibió un rediseño que trajo al exterior escudos envolventes y nuevas luces traseras. |
En 1986, luego de años esforzándose inutilmente por encontrar su sitio en el mercado desapareció el gran 604. Para hacer esperar a los clientes hasta la llegada de su sustituto, el 605 lanzado tres años después, Peugeot optó por equipar al 505 con el V6 PRV. Se trata de una nueva evolución del 6 cilindros, Con una cilindrada de 2.849 cm3 e inyección electrónica que desarrolla 170 HP y confiere al 505 V6 un gran rendimiento y un gran placer de conducción. ¡propiedades dignas de un alta gama! Adoptando configuraciones de tren de rodaje similares a las del Turbo, el V6 es efectivo, especialmente porque está equipado con dirección de asistencia variable y ABS. Desafortunadamente, el ABS no es compatible con un diferencial de deslizamiento limitado.
Lanzado en 1986, el 505 V6 recibió las nuevas luces traseras, llantas de aleación stándar, retrovisor derecho y reposacabezas traseros.
A 149.800 Francos (39.100 € actuales), el 505 V6 está colocado correctamente, entre los 144.500 Francos de un BMW 525i (150 HP) y los 164.200 Francos de un 528i (182 HP). Sobre todo porque su equipamiento incluye 4 alzacristales y espejos eléctricos entre toda la parafernaria de equipamiénto de la época.
En 1987 apareció el V6 S, que aunque su sigla sugiere otra cosa, fue una versión menos costosa, con equipamiento simplificado (no más alzacristales eléctricos traseros, ABS o asistencia de dirección variable) pero equipado con diferencial de deslizamiento limitado, lo que mejoraba aun mas su conducción. También se distingue por su spoiler trasero más imponente, que se instala también en el V6 estándar desde el verano de 1988.
A finales de 1989, se dio a conocer el 605, que sonó la sentencia de muerte para las versiones altas del 505, en particular los V6, producidos en 10.000 unidades, de las cuales sólo 2.000 se vendieron en Francia. Una cifra bajísima que se explica por la potencia fiscal de 16 CV, que obligaba a pagar cada año un impuesto muy caro: más de 2000 Francos, más de 600 €… El Turbo, por el Enrevesado cálculo fiscal frances, solo se gravaba como 10 CV, con un impuesto la mitad de barato.
Cuanto cuesta ?
Un 505 V6 en buen estado reclama un mínimo de 7.000 €, lo que puede implicar un kilometraje superior a los 200.000 km. A 10.000 €, poddemos encontrar uno que totalice unos 100.000 km, un ejemplar verdaderamente perfecto que puede llegar a los 12.000 €.
El 505 V6 recibe el PRV ZN3J, un bloque muy robusto. Sus principal debilidad son las sopladuras de juntas de tapa de cilindros. |
¿Qué versión elegir?
¡El que está en las mejores condiciones posibles! Entonces, entre V6 y V6 S, es una cuestión de preferencia. Para una conducción silenciosa, el V6 bien equipado es esencial, pero si te gusta divertirte con sobrevirajes inteligentes, es mejor un S debido a su eje autobloqueante.
Versiones de coleccionista
Ya todos los 505 V6 en impecables condiciones originales. Si, además, muestran menos de 100.000 km, aumentan su interés. Pero la versión más rara sigue siendo la S, ya que solo se han vendido 180, lo que no le otorga una calificación más alta. Obviamente, las unidades equipadas con tapicería de cuero, aire acondicionado automático o incluso el techo corredizo son más populares.
Si bien presenta un poco de balanceo de la carrocería, el 505 V6 sigue siendo bastante eficiente y divertido de conducir.
Aquí, una versión de 1987 con techo corredizo opcional.
¿Qué ver?
El 504 es conocido por su robustez, el 505 también es muy sólido, sin ningún defecto particular. El motor PRV es capaz de completar varios cientos de miles de kilómetros sin muchos problemas, sobre todo porque su distribución es por cadena. Siempre que esté bien mantenido, por supuesto. Sin embargo, dada la antigüedad del automóvil, buscaremos óxido, que puede atacar en todas partes, mientras que los accesorios eléctricos no siempre son duraderos. Lo mismo ocurre con los distintos controles, el interior tampoco necesariamente envejece bién. El peso del motor logicamente fatiga la suspensión delantera, cuyo estado, por lo tanto, será monitoreado. La verdadera preocupación de este coche es la disponibilidad incierta de determinadas piezas de mantenimiento de rutina, como discos de freno, sensores ABS, elementos de aire acondicionado ... Es imperativo permitirse un 505 perfectamente funcional, incluso si Peugeot-Citroën Adventure está relanzando la producción de recambios.
Al volante
Si el tablero del 505 se consideró el mejor realizado de la producción francesa de los años 80, no obstante ha envejecido. Muy poco profundo, parece bastante anticuado y no realmente de alta gama, mientras que su ergonomía a veces resulta desconcertante. El volante, inclinado hacia delante y no regulable, roza los muslos, incluso si el asiento se ha ajustado al mínimo: por lo tanto, la posición de conducción algo incómoda, al menos para los adultos. Afortunadamente, el asiento resulta agradable y, desde el principio, el sonido del V6 confiere a este interior correctamente diseñado pero banal una atmósfera especial.
Digámoslo de una vez, este motor no puede competir con un V6 de Alfa Romeo, por su flexibilidad, su suavidad y su vigor a media velocidad. Pero, combinado a una caja agradable de manipular, lleva con dignidad al 505, y sorprenderá a más de uno con su vitalidad.
Pero donde más sorprende el Peugeot es por su chasis muy bien desarrollado. Cómodo, el 505 acepta un cierto grado de balanceo de la carrocería, pero mucho menos que muchos de sus rivales de la época. Sobre todo, es muy equilibrado y relativamente comunicativo, sobre todo porque su dirección, precisa, recoge bien la información. Por lo tanto, el V6 se beneficia de una hermosa eficiencia dinámica, sin dejar de ser saludable y predecible, al menos en lo seco. Esto refuerza el placer al volante, y si lo provocamos, sabe sobrevirar progresivamente. ¡Buena sorpresa!
Amplio, se adapta fácilmente a una familia, por lo que sería el marco perfecto para largos viajes vintage, de no ser por sus intrusivos ruidos aerodinámicos en la autopista y su consumo de combustible apenas por debajo de los 12 l / 100 km…
Peugeot 505 V6 (1987), ficha técnica
Motor: 6 cilindros en V, 2.849 cc
Alimentación: inyección
Suspensión: delantera McPherson, espirales helicoidales, brazos inclinados y barra estabilizadora, Trasera: Independiente con brazos arrastrados, barra estabilizadora y resortes helicoidales.
Transmisión: caja de cambios manual de 5 velocidades o automática de 4, tracción trasera
Potencia: 170 HP a 5.500 rpm
Par: 235 Nm a 3.000 rpm
Peso: 1335 kg
Velocidad máxima: 205 km / h
Aceleración: 0 a 100 km / h: 9,2 s
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