Stellantis presenta su "Bio-Hybrid", una solución capaz de electrificar los motores flex actuales alimentados por gasolina o etanol, o por una combinación de los dos combustibles: la última evolución de las tecnologías de motores diseñados para América del Sur se mostró en el polo automotriz en Betim, en el estado brasileño de Minas Gerais.
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Nuevas plataformas. La tecnología Bio-Hybrid fue desarrollada por el Stellantis Tech Center para América del Sur con la ayuda de proveedores, investigadores y otros socios reunidos en torno a la plataforma colaborativa "Bio-Electro", y ha dado lugar a la creación de tres plataformas específicas. El Bio-Hybrid se caracteriza por un nuevo dispositivo eléctrico multifunción que reemplaza el alternador, el motor de arranque y genera par adicional para el motor de combustión interna, así como energía para una pequeña batería de iones de litio de 12 voltios. Todo el sistema, con una potencia de hasta 3 kW, garantiza un mejor rendimiento y un consumo reducido. Luego está el Bio-Hybrid e-DCT, caracterizado por dos motores eléctricos: uno reemplaza el alternador y el motor de arranque mientras que el segundo, más grande, está acoplado a la transmisión. Ambos motores alimentan una batería de 48 voltios. Finalmente, la plataforma Bio-Hybrid Plug-in cuenta con un acumulador que se recarga por el sistema de frenado regenerativo, por el motor de combustión interna o por una fuente externa: se apoya en un motor eléctrico que suministra energía directamente a las ruedas del automóvil. Las tres plataformas están unidas por una cuarta arquitectura totalmente eléctrica.
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El eléctrico para Brasil. “Bio-Hybrid se enmarca en el camino tecnológico de movilidad accesible y sostenible adoptado por Stellantis. Queremos potenciar las virtudes del etanol como combustible renovable, cuyo ciclo de producción absorbe la mayor parte de sus emisiones, combinando propulsión basada en biocombustibles con sistemas eléctricos”, explica Antonio Filosa, presidente de Stellantis para Sudamérica. “Bio-Hybrid -añadió- es una tecnología de descarbonización de la movilidad que favorece las características y recursos de Brasil, como el etanol y la electricidad limpia. Nuestra prioridad es descarbonizar la movilidad, pero queremos hacerlo de forma accesible para el mayor número de consumidores y tecnologías y componentes en desarrollo en Brasil". Stellantis cree que el etanol, que ya se utiliza en el 80% de la flota brasileña gracias a la tecnología Flex Fuel, puede hacer una fuerte contribución a la reducción de las emisiones de CO2 y, combinado con la electrificación, representa una alternativa competitiva para la descarbonización del transporte frente a uno eléctrico que ha costos demasiado altos en los países en desarrollo.
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La prueba. En apoyo a sus tesis, el grupo realizó recientemente una prueba dinámica con un vehículo propulsado por cuatro fuentes de energía distintas, para medir la emisión total de CO2 en cada situación. El automóvil se alimentó con etanol y se comparó en tiempo real con gasolina y dos tipos de automóviles a batería (uno alimentado con el mix energético brasileño y el segundo con el mix europeo). De la comparación, que también consideró las emisiones relacionadas con la producción de combustible o generación de energía, se descubrió que la propulsión de etanol emite un 18 % menos de CO2 que un vehículo eléctrico propulsado por energía europea y un 60 % menos que la gasolina.
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