lunes, 7 de agosto de 2023

DS 7 E-Tense Vs Mercedes Benz GLC AMG Line - Prueba



¡El nuevo Mercedes GLC llega en híbrido enchufable con una gran batería que le permite acercarse a los 100 km de autonomía eléctrica! Por el mismo precio, el DS 7 más lujoso tiene otros argumentos que probamos en carretera frente al SUV alemán.

Historia: hace menos de diez años, el angular GLK se discontinuó y dio paso al primer GLC. El C indicaba entonces el uso de la misma plataforma que el Clase C, según la misma lógica que el GLA/Clase A o GLE/Clase E.

Lanzado a fines de 2022, la segunda generación del GLC sigue un enfoque idéntico y, por lo tanto, comparte sus componentes con la Clase C actual (5ta. Gen. o Tipo 206), pero solo en parte.

Este 300GLC e retoma notablemente el conjunto híbrido de 313 HP del C 300 e pero lo combina con una transmisión 4x4. Y sobre todo, tiene una batería más grande.

 


 


Ya con una muy respetable capacidad de 25,4 kWh en el sedán, alcanza los 31,2 kWh (capacidad neta) en el SUV, que es más que muchos city cars 100% eléctricos (Dacia Spring, FIAT 500e, Honda e): nada mal para un hibrido recargable!

Enfrente, el DS 7 E-Tense de 360 ​​HP tiene una batería de algo más que la mitad de tamaño con 14,2 kWh, pero un poco más de potencia, más equipamiento, todo al mismo precio de lista.

En ruta

Podríamos enumerar los puntos fuertes directamente de uno y otro, pero empecemos por un elemento, digamos... ineludible: el GLC pesa 2.400 kg, ¡muchísimo!

Una cifra superior a la de un Porsche Cayenne GTS Coupé (del segmento superior y equipado con un V8) y solo 100 kg menos que un Tesla Model X Plaid, un gran SUV 100% eléctrico.

 


 


Todo eso para un híbrido recargable: es muy pesado teniendo en cuenta el segmento. Y por cierto, ¡esto representa 440 kg más que el DS 7! Basta decir que en rendimiento pierde de antemano. El SUV francés demuestra ser mucho mejor en todos los ejercicios cronometrados y aventaja más de un segundo en los 1.000 m partida detenida al alemán.

Misma causa, otros efectos: el DS 7 muestra un manejo mucho más dinámico en rutas, casi ágil en comparación con el GLC. Hay que decir que, además, este modelo tope de gama presume de unas inclinaciones “deportivas” ya que cuenta con trochas más anchas respecto al DS 7 normal, una altura de carrocería rebajada 15 mm y unos frenos más generosos alojados en llantas de 21 pulgadas. 

Incluso si eso significa perder lo que constituye uno de los mayores activos del DS 7, a saber, una comodidad notable. Esta es firme, incluso en modo Confort, a pesar de la suspensión pilotada asistida por una cámara que “lee” la ruta. En este punto, el GLC proporciona un mejor compromiso.

Pero no tanto como esperábamos: el modelo de prueba con la opción de suspensión neumática (3.400€ en el pack Dynamics que también incluye dirección en las ruedas traseras) prometía una suavidad que no sentimos.

 


 


Tenga en cuenta que, precisamente, la recuperación de energía solo es ajustable según dos niveles en el DS 7, contra cuatro en el GLC a través de levas en el volante. El modo automático convence especialmente pero tiene un inconveniente: mueve ligeramente el pedal del freno, ¡lo que podría molestar a más de uno!

Al final, las mejores prestaciones del DS 7 y su mayor eficiencia le dan ventaja frente a un GLC que, además, no brilla específicamente en el confort en esta configuración.



Vida a bordo

Dado el precio, en los dos casos se pretende un lujo inequívoco y deben dar la bienvenida a sus ocupantes. Es el caso del DS 7, especialmente en este acabado Opera que se beneficia de los magníficos “asientos de pulsera”, el cuero del tablero, algunos elementos guilloché de alta relojería e incluso equipos multimedia de altas prestaciones.

Nada que decir: la vista es halagadora, el tacto también, el montaje serio, y hay que fijarse en los detalles para encontrar fallos en una mala iluminación ambiental o el cargador de inducción demasiado pequeño para recibir smartphones de gama alta con pantalla grande.

Del mismo modo, el diseño del indtrumental (digital, por supuesto) no siempre es muy legible, y algunos considerarán la presentación un poco ostentosa: gustos son gustos...

 


 


El Mercedes se ocupa de la recepción con un diseño decididamente moderno, incluso al nivel de las dos grandes pantallas, incluida la central en formato vertical y con muchas inserciones de aluminio o símil carbono.

Pero es precisamente inquietate su tapicería de cuero de imitación en los asientos y en el tablero. Por lo tanto, es necesario recorrer la lista de opciones para acceder al "verdadero".

Los materiales menos nobles del Mercedes se ven sin embargo compensados ​​por un montaje impecable, una mejor ergonomía y ciertos detalles más cálidos, como la iluminación mucho más ambiental o un mando de voz muy eficaz.

 


 


En cuanto al cargador por inducción de smartphones mencionado anteriormente, está aquí para recargar fácilmente. Los pasajeros traseros, se benefician de más espacio a bordo del GLC aunque no mucho mas que en el DS 7. En ambos casos, los ocupantes estarán bien instalados.

Es más en la parte de atrás que el zapato aprieta, el espacio vertical trasero precisamente. La batería “más grande” del Mercedes ocupa todo el espacio bajo el piso e incluso lo eleva, lo que ademas disminuye el volumen del baul del GLC de 590 dm3 (En motorizaciones térmicas) a… 385 dm3 aquí. El equivalente al maletero de un Dacia Sandero en un SUV de 4,72 m de largo, ¡así es! El del DS 7 alcanza los 467 dm3: no es un récord en la categoría, pero es más acorde con el tamaño y uso del vehículo.

 


 


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 Presupuesto

Estos dos SUVs son muy similares en precio, con una diferencia de tan solo 400€. Pero esta proximidad esconde una gran diferencia de equipamiento. A este precio, el DS 7 está muy bien equipado, hasta con un techo panorámico de cristal de serie.

Esta segunda parte de la “vida a bordo” podría terminar en empate, uno abogando por materiales más chic, el otro refinando ciertos detalles, pero el volumen del baul hace que todos estén de acuerdo: ¡un punto más para el DS7!

En Mercedes hay que utilizar multitud de opciones o packs para tener el mismo techo de cristal, pero también para obtener elementos “básicos” como el acceso manos libres. Este GLC ha aumentado así su precio en más de 20.000€ en opciones: ¡las cosas le van mal!

Luego súmale el consumo en modo térmico (baterías vacías), donde el DS 7 ya no brilla requiriendo más de 9 l/100 km de media. Pero con su peso paquidérmico, el GLC es aún más perjudicado y roza los 10 l/100 km. El alemán todavía tiene un activo importante: su gran batería.


 


 


Le penaliza en los puntos ya mencionados, pero le ayuda aumentando su autonimía en modo eléctrico llegando a recorrer 85 km sin una gota de gasolina, o incluso más de 90 km en carretera. Eso es más del doble que el DS 7.

No es la mejor autonomía eléctrica de nuestra base de medición actualmente para un híbrido recargable, el récord lo ostenta el Clase C 300 e con 90 km, pero estos 85 km son muy apreciados para trayectos diarios.

Y así reducir el consumo en largas distancias en modo híbrido. Dado el tamaño de la batería, Mercedes ha creído conveniente dotar a su SUV de un cargador rápido que puede recoger 60 kW.

En nuestra prueba de recarga, no pudimos superar los 50 kW, pero aun así pudimos "recargar" con electricidad en poco más de media hora, lo que el DS 7 a pesar de tener una batería más pequeña.

Un muy buen punto por tanto, pero que no es suficiente para que el GLC gane esta ronda por un diferencial de precios excesivo a igualdad de equipamiento.




En números

DS 7 E-Tense 360 ​​HP Opera: 

Ventajas

Presentación

Chasis

Equipamiento

Desventajas

Comodidad a baja velocidad (por sus llantas de 21')

Autonomía eléctrica

Ergonomía


Mercedes Benz GLC 300 E 313 HP AMG Line

Ventajas

Autonomía eléctrica

Multimedia

Iluminación ambiental

Desventajas

 Peso

Precio/equipamiento

Baul pequeño


















 Veredictos

En la ruta: DS 7

Vida a bordo: DS 7

Presupuesto: DS 7

El DS 7 gana sin disparar, racionalmente. Sin embargo, el GLC llega el doble de lejos con su única batería y es más cómodo que el francés, que es demasiado firme.

Pero la misma batería del alemán lo penaliza en muchos aspectos, desde prestaciones hasta comportamiento pasando por habitabilidad y consumo!


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