domingo, 24 de mayo de 2020

Peugeot-Renault. Proyecto "H" 1966/67

Versión Peugeot del proyecto "H"


Peugeot y Renault firman un acuerdo de colaboración el 22 de abril de 1966 asignandose como objetivo fusionar las compras, fabricación y desarrollos futuros con vistas a afrontar los cambios inevitables que acarreará la entrada en vigor el 1 de julio de 1968 de la Unión Aduanera Europea. Esta suprimirá los aranceles de aduana entre los seis países fundadores del Mercado Común y armonizarán los aplicables a mercados extra-zona. Ni más ni menos el fin del proteccionismo, que elimirará el paraguas sobre las empresas nacionales e inevitablemente acentuará la competencia.




La presión es fuerte y para ambas empresas, es una verdadera revolución. Se desbloquean grandes recursos y se realizan grandes inversiones, como la creación de la pista de pruebas de Belchamp, pero también el desarrollo de productos futuros.
Al frente de tal emprendimiento se encuentra Bernard Hanon. Y tiene que establecer rápidamente gamas separadas para ambos fabricantes que evite toda competencia frontal y cubrir en conjunto, todos los segmentos del mercado.
Afortunadamente en los Estudios de diseño, los jefes Marcel Dangauthier y Yves Georges muestran una verdadera voluntad de trabajar juntos. Hasta el punto que un centenar de ingenieros Renault llegan a La Garene. Hay que actuar con rapidez, dejar de lado los hábitos  particulares, y empezar sin más demora los primeros proyectos comunes.
El primer estudio común es el "M121": que derivaría en el 104 de Peugeot y el R14 de Renault, que finalmente abandona el desarrollo de su pequeño R2. Descartado por razones económicas sin informar a Peugeot. En su lugar, Renault desarrollará por su cuenta el R5, con basse técnica de R4-6 que de facto competirá directamente con el 104. Para Peugeot, ese zapo será difícil de tragar.
El otro desarrollo encarado en común desde el verano de 1966 es el proyecto H (también codificado 18), un vehículo de categoría superiór cuyo desarrollo no habrían podido costear independientemente, y destinado a superar al Citroen DS destro de los mas prestiiosos vehículos galos. Es obvio que ambos socios trataban de bloquear el camino a Citroën cada vez más hegemónica, pero que pronto demostraría ser un gigante con pies de barro.
Este gran sedán de 4,90 m. sería un tracción trasera equipado con un V8 a 90° de 3,5 litros de cilindrada. La Asociación delegaba en Peugeot el desarrollo del motor.
Versión Renault 3 volúmenes del proyecto "H"



Además de una suspensión oleopneumático ya ensayada sobre prototipos 404, y paragolpes integrados, el H también utiliza el principio de soldadura paneles laterales y techo estrenada por el R16. 
Por supuesto, en el interior se puso gran atención, con equipos entonces inéditos: aire acondicionado separado entre las plazas delanteras y traseras (que se calificaría hoy en día de "bi-zona"), asientos traseros con respaldos reclinables y ajustables en profundidad!
En el estilo exterior, cada constructor aporta distintas su propuestas. Pero con una producción prevista de 150 o 200 ejemplares/día ampliando la fábrica de Flins, una sola carrocería debe ser retenida y compartida por ambas marcas.




Para Renault, tres maquetas a escala 1 a 1 se realizan bajo la dirección de Gaston Juchet, inspiradas en el Renault 16: una versión fastback firmada Michel Beligond (única sobreviviente al día de hoy) y una declinación dos volúmenes y medio, así tricuerpo, firmada por Vincent Dumolard y Jean-Claude Mornard.
Robert Broyer, implicado en el diseñó espresa que " en Renault no estábamos realmente cómodos con los grandes volúmenes. El estilo del H es pesado y carece de homogeneidad. En realidad, Michel Beligond era talentoso pero siempre tenía problemas para transcribir sus volúmenes a escala 1 a 1. 
Pero en este proyecto, la sorpresa también viene del lado de Peugeot. En La Garene, el equipo de Paul Bouvot no tiene tiempo para trabajar en el H y su diseño es delegado en Pininfarina. También bajo la dirección de Aldo Brovarone, el carrocero italiano presentará una maqueta tricuerpo fiel al estilo de la marca, que se compara en las terrazas de La Garenne su contraparte Renault a principios de 1967.

Versión Renault 2 volúmenes del proyecto "H"

Pero el proyecto no tendrá futuro.
En julio del mismo año, ambos socios hacen sus cuentas. Con un precio de costo de 9600 FF (12500 € actuales) y una tarifa de venta de alrededor de 19500 FF según las versiones (25000 € actuales), la rentabilidad del modelo parece asegurada en el papel, incluso incluyendo la comisión del 15 % de los concesionarios. Pero con el cálculo de las inversiones necesarias, Renault y Peugeot comienzan a tener dudas. 190 millones de francos (230 millones de  actuales) son necesarios para que el H se haga realidad. Nadie se ha esforzado en el ahorro para el que deberia convertirse en el nuevo "flagship" francés. ¿El mercado francés está listo para absorber 150 a 200 vehículos al día? No hay indicios de que las ventas en el extranjero puedan apoyar tal producción, en un momento en que los actores siguen siendo muy nacionalistas.



A pesar de los 7,4 millones de francos (9,5 millones de  actuales), el último estudio de mercado encargado por Bernard Hanon muestra que el éxito del modelo está lejos de estar garantizado y que es una apuesta arriesgada (lo que resultará relevante con el primer Shock petrolero de 1973).
Ya no es hora de euforia, sino de la razón. Se abandona el proyecto H y las pretensiones se revisan a la baja. En su lugar, se prevé un nuevo programa común, 20 cm mas corto: el proyecto J para Peugeot y 120 para Renault.

Sin embargo este proyecto H no ha sido inútil. En 1971, ambas empresas intentarán ampliar su asociación y abrirán conversaciones con Volvo y luego Daf. No sólo para amortiguar su V8, que finalmente será abandonado en 1974  para desarrollar todos juntos el futuro V6 PRV.
Para Renault, después del H y luego del 120, finalmente será el programa 127 quien verá el día, el futuro R30 dibujado en colaboración con Giugiaro / Ital Design. Desarrollar una alta gama funcionalista iniciada por el R16 o un modelo más tradicional y conforme a las expectativas, este es un dilema que Renault nunca logrará resolver...
Peugeot, después del H, desarrolla el fastuoso programa J, que se dividirá en dos y sentará las bases del futura 305 y también generará el futuro 604.
Pero más allá de los productos, para Xavier Karcher, quien fue uno de los principales actores de la Asociación antes de ser nombrado a la dirección de Citroën, son los éxitos y fracasos de la Asociación Peugeot-Renault los que servirán de matriz para Peugeot cuando absorba Citroën!


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