viernes, 18 de septiembre de 2020

208 Feline 1.6 115 Tiptronic (Argentina)




La segunda generación del Peugeot 208 viene para dejar en claro que la marca del león apostó seriamente en la Argentina. El nuevo modelo llega en plena pandemia, pero apenas un año después de su lanzamiento en Europa.

 


Primeras impresiones

Diseño-Aerodinámica (✭✭✭✭): Su diseño llama la atención y plantea una nueva imagen de marca del león. Luce atractivo y moderno, aunque quizás no con la mejor proporción del sector posterior.

Confort-Espacio interior (✭✭✭1/2): Plazas traseras algo pequeñas y un acceso que no es el más natural. La posición de manejo es muy buena, pero puede estar condicionada por la disposición del i-Cockpit.

Motor-Prestaciones (✭✭✭): Prestaciones levemente mejoradas con respecto a la generación pasada. El motor no cambia: ya quedó algo desactualizado. Los consumos son altos.

Instrumental-Equipamiento (✭✭✭1/2): El instrumental 3D, además de ser muy completo, se posiciona como uno de los atractivos principales. El equipamiento de confort es inferior al de la generación pasada.

Suspensión-Dirección (✭✭✭✭1/2): Se lo nota más sólido y mejor plantado. Las suspensiones son más suaves, por lo que brinda agradable confort de marcha. La dirección es excelente.

Transmisión-Caja (✭✭✭1/2): La caja de seis velocidades ha sufrido mejoras, pero continúa siendo un poco lenta en combinación con este motor. Tiene modo Eco y Sport, pero no levas para el pasaje secuencial de marchas. (En el modelo nacional se continua utilizando la vieja Tiptronic. Los modelos europeos utilizan las Aisin EAT6 o EAT8)

Seguridad-Frenos (✭✭✭✭): Se posiciona como una referencia en materia de seguridad: tiene seis airbags y ayudas a la conducción. Los frenos arrojaron distancias algo largas y sufren al ser exigidos.

Precio-Garantía (✭✭✭): Se posiciona como uno de los vehículos mas costosos del segmento, pero su tecnología lo justifica y la empresa tampoco tiene intencion de vender un auto barato. 

 




 



Nuevo Peugeot 208

El 208 nacional, presenta el mismo diseño exterior que el modelo europeo, aunque sufrió algunas adaptaciones regionales, principalmente mecánicas y de configuración. Por ejemplo, no estarán inicialmente dotadas de motorizaciones turbo, ya que todas conservan el conocido motor 1.6 EC5 que desarrolla 115 HP. En cambio, sí ofrece una mejora considerable en diversos aspectos técnicos, no sólo los relacionados con su base estructural, sino también con el equipamiento de seguridad, que lo posicionan como una nueva referencia dentro del segmento más popular de nuestro mercado. Pero, debido a su llamativo diseño exterior, también impactará por el lado emocional.




 Un privilegiado

No todos los autos nuevos pueden ser atractivos a primera vista. Históricamente ha habido diseños que lograron ir más allá: el 206, en 1998, fue uno de ellos. La segunda generación del 208 quizás no impacte como lo hizo aquel auto hace más de dos décadas, pero en general gusta, y cualquier transeúnte siente que está frente a un modelo nuevo, llamativo y rupturista. Claro que, para lograrlo, Peugeot debió arriesgarse a proponer cosas nuevas. Lo que más resalta de este nuevo 208 es el frontal; principalmente, por las ópticas, que cuentan con el agregado de las luces diurnas en formato de colmillos de león y una inicial de importantes proporciones que invade casi toda la altura del paragolpes delantero.

 



















 




 








Nuevo Peugeot 208

Este detalle -que estará presente en los dos niveles más completos de equipamiento- se complementa con una grilla de gran tamaño con inserciones cromadas, el logo de la marca alojado en su interior y el nombre del modelo por encima, como en los clásicos Peugeot de la década del sesenta. Todo esto le otorga una impronta no sólo moderna, sino una identidad propia, que lo separa de un concepto insulso o aburrido. Mide 4.055 milímetros de largo, es decir que 8 centímetros más largo que el modelo al que reemplaza, pero también es un centímetro y medio más bajo. El ancho y la distancia entre ejes se mantuvieron inalterados. Algunas proporciones pueden llegar a ser un poco conflictivas; entre ellas, las puertas traseras, muy chicas, y la baja posición de las manijas. El remate trasero es atractivo, con clara inspiración en el Peugeot 3008, modelo que sirvió para otorgarle las proporciones finales a este diseño, incluido el formato del volumen delantero, bien chato y marcado, muy diferente del modelo previo.


 

Nuevo Peugeot 208

Este detalle -que estará presente en los dos niveles más completos de equipamiento- se complementa con una grilla de gran tamaño con inserciones cromadas, el logo de la marca alojado en su interior y el nombre del modelo por encima, como en los clásicos Peugeot de la década del sesenta. Todo esto le otorga una impronta no sólo moderna, sino una identidad propia, que lo separa de un concepto insulso o aburrido. Mide 4.055 milímetros de largo, es decir que 8 centímetros más largo que el modelo al que reemplaza, pero también es un centímetro y medio más bajo. El ancho y la distancia entre ejes se mantuvieron inalterados. Algunas proporciones pueden llegar a ser un poco conflictivas; entre ellas, las puertas traseras, muy chicas, y la baja posición de las manijas. El remate trasero es atractivo, con clara inspiración en el Peugeot 3008, modelo que sirvió para otorgarle las proporciones finales a este diseño, incluido el formato del volumen delantero, bien chato y marcado, muy diferente del modelo previo.

 




 


 





Modular

La llegada del nuevo 208 marca la nacionalización de la plataforma modular CMP, en reemplazo de la PF1 que utilizaron los 206, 207 Compact, 207 (Frances) y 208, con periódicas adaptaciones) la misma que se utiliza desde mu recientemente en Europa, y sobre ella se construyen diversos modelos del grupo PSA (DS3 Crossback, Peugeot 2008, Opel Corsa y Mokka). Esto permite ciertos beneficios, sobre todo en modelos compactos y de segmentos más económicos. Si nos bajamos de un 208 de generación pasada y nos subimos a este, se lo siente claramente más sólido al atravesar baches o caminos en mal estado, y también al cerrar las puertas. Eso habla de una construcción más moderna: por ejemplo, emplea nuevas tecnologías en su soldadura, que le otorgan mayor rigidez torsional. Pero esto no se traduce en un andar firme; más bien, todo lo contrario. En la ciudad se muestra suave, principalmente en el eje posterior, que ahora absorbe las  irregularidades con mucha mayor eficacia. Al salir a la ruta se establece como un modelo confortable, transmitiendo seguridad, debido a que el tren delantero presenta un acertado equilibrio, junto a un sistema de dirección por demás preciso que se endurece notablemente al exigirlo en curvas. Y si bien es cierto que el tren trasero no acompaña demasiado en movimientos bruscos, esa respuesta solo se hace evidente en situaciones límites. Además, toda la gama del vendrá con control de estabilidad ESP, un faltante criticado desde siempre en las versiones convencionales de la serie anterior. Los frenos, con discos delanteros, al igual que en la generación pasada brindan distancias límite (podrían ser mejores), con un pedal que claramente empieza a perder eficiencia a medida que se eleva la temperatura de funcionamiento del sistema.

 




 


 Internamente llamativo

Claro que la belleza interna es también interesante, y aplica no sólo para las personas, sino también a los autos. El nuevo 208 mantuvo la disposición i-Cockpit, de volante pequeño y tablero elevado, aunque en este caso, bajo la nueva generación, es íntegramente digital. Ofrece, además, tecnología 3D que funciona mediante una especie de holograma. La pantalla principal, con los datos de temperatura de refrigerante y nivel de combustible, otorga de fondo un color azulado. Pero, la sorpresa la da otra pantalla, la superior, que se refleja en un panel transparente que aparece por delante de la principal. Esta pantalla brinda los datos más importantes -entre ellos, la velocidad-, mientras que el formato del cuadro presenta unas aberturas laterales que le dan aún más sensacionalismo al conjunto. La última permite cambiar los temas, simulando cuadrantes, o  datos de viaje o de las ayudas a la conducción, aunque no se puede reflejar, por ejemplo, la navegación. El pequeño volante está achatado tanto en la parte superior como en la inferior, al mejor estilo kart, motivo por el que termina siendo menos práctico. Así, la postura de manejo, puede ser muy buena, pero siempre la visibilidad del instrumental quedará a merced de los reglajes elegidos. En Esta versión más equipada Feline, el tapizado está confeccionado en símil cuero y alcántara, con detalles de tela nido de abeja. Las butacas tienen buena sujeción lateral. Además, la del acompañante queda muy elevada, limitando la altura libre hasta el techo para pasajeros de más 1,80 m de estaturaa. Atrás, el problema  se presenta en la  entrada y salida, ya que el acceso se ve comprometido por la pequeña abertura de las puertas traseras. Una vez adentro, el espacio libre, tanto para las piernas como para las cabezas, es suficiente para dos pasajeros de altura normal, mientras que un quinto ocupante viajará apretado, debido al túnel de transmisión y al ancho limitado. Mantiene el techo panorámico, y en general resulta más amplio que la generación pasada, con más espacio libre hasta el techo que genera una sensación de amplitud. El respaldo trasero se abate de manera enteriza, mientras que el baúl, con 311 litros, presenta una capacidad adecuada. La rueda de auxilio es temporal, algo que ya empieza a ser moneda corriente en autos de este segmento.

 




 



 


 








Internamente llamativo

 Claro que la belleza interna es también interesante, y aplica no sólo para las personas, sino también a los autos. El nuevo 208 mantuvo la disposición i-Cockpit, de volante pequeño y tablero elevado, aunque en este caso, bajo la nueva generación, es íntegramente digital. Ofrece, además, tecnología 3D que funciona mediante una especie de holograma. La pantalla principal, con los datos de temperatura de refrigerante y nivel de combustible, otorga de fondo un color azulado. Pero, la sorpresa la da otra pantalla, la superior, que se refleja en un panel transparente que aparece por delante de la principal. Esta pantalla brinda los datos más importantes -entre ellos, la velocidad-, mientras que el formato del cuadro presenta unas aberturas laterales que le dan aún más sensacionalismo al conjunto. La última permite cambiar los temas, simulando cuadrantes, o  datos de viaje o de las ayudas a la conducción, aunque no se puede reflejar, por ejemplo, la navegación. El pequeño volante está achatado tanto en la parte superior como en la inferior, al mejor estilo kart, motivo por el que termina siendo menos práctico. Así, la postura de manejo, puede ser muy buena, pero siempre la visibilidad del instrumental quedará a merced de los reglajes elegidos. En Esta versión más equipada Feline, el tapizado está confeccionado en símil cuero y alcántara, con detalles de tela nido de abeja. Las butacas tienen buena sujeción lateral. Además, la del acompañante queda muy elevada, limitando la altura libre hasta el techo para pasajeros de más 1,80 m de estaturaa. Atrás, el problema  se presenta en la  entrada y salida, ya que el acceso se ve comprometido por la pequeña abertura de las puertas traseras. Una vez adentro, el espacio libre, tanto para las piernas como para las cabezas, es suficiente para dos pasajeros de altura normal, mientras que un quinto ocupante viajará apretado, debido al túnel de transmisión y al ancho limitado. Mantiene el techo panorámico, y en general resulta más amplio que la generación pasada, con más espacio libre hasta el techo que genera una sensación de amplitud. El respaldo trasero se abate de manera enteriza, mientras que el baúl, con 311 litros, presenta una capacidad adecuada. La rueda de auxilio es temporal, algo que ya empieza a ser moneda corriente en autos de este segmento.

 


 


 Equipamiento y seguridad

Claro que la llegada de la nueva generación de este hatch marca un incremento importante encuanto a seguridad, no sólo por la implementación del ESP, sino por el agregado de sistemas de ayudas a la conducción, que se estrenan en este segmento. Entre ellos podemos nombrar el asistente de cambio de carril involuntario (bastante eficiente y a veces invasivo), el sistema de alerta y frenado de emergencia automático hasta 85 km/h, y el reconocimiento de señales de tránsito. A su vez, al estar dotado de faros con tecnología led (de gran poder), dispone de luces altas con encendido automático. A diferencia de todos los modelos de la serie 200 previos conocidos en la Argentina, no trae luces rompeniebla, ni delanteras ni traseras. La calidad general está muy bien para un auto de su segmento y de producción regional, pero tiene algunos detalles. Todos los plásticos son duros, incluyendo los parasoles, que no tienen iluminación. Además, tampoco hay luces de lectura: sólo un plafón central de tamaño reducido. Por otro lado, la plancha y los paneles de puertas delanteros están decorados con un material engomado imitación fibra de carbono en esta versión full, que realza bastante la calidad, combinado con detalles de color negro brillante. La pantalla central opera las funciones de la climatización (nono zona, cuando antes era de dos), como así también de la radio, todo de manera táctil. En la parte baja de la consola central, y por debajo de un “pianito” con teclas de gran calidad que comandan las funciones principales, aparece el cargador inductivo de smartphones, antepuesto con una tapa que puede hacer las veces de repisa porta-celular, que resulta muy útil. Presenta conexión Android Auto y Apple CarPlay con pantalla de 7”, lo que permite la utilización del mapa.

 


 


 


 




 Las Dudas

La gran esperanza era que el nuevo 208 presentara por fin un nuevo motor, capaz de establecer un combo de modernidad imbatible. Aqui se entremezclan varios factores. Los nuevos 208 europeos montan exclusivamente motores tricilíndricos: Puretees aspirado de 82 HP y Turbo de 110 o 130 HP. La empresa decidió ofrecer el aspirado de 82 HP en la versión de entrada de serie Like con una potencia similar a la del 1.4 del 208 anterior. Como para ver como reacciona el mercado nacional a un 3 cilindros. Este tricilíndrico es importado y pronto srá acompañado por un 208 GT-Line 1,2 Turbo de 130HP (Que será importado en su totalidad). Mientras tanto se evaluará que acogida iene entr el público sudamericano y se desidirá si se lo produco en la región. El viejo TU5JP con doble arbol 16 válvulas y una gestión electrónica muy elaborada que nació con el 206y adquirió la VVT y un nuevo mapeo con el primer 208, en realidad no ha envejecido, Comparado con motores mas actuales se diferecis por los requerimientos anticontaminación que se han ido imponiendo en Europa, pero que no existen en Argentina. LLegado el momento de tomar una desición habrá que evaluar si la producción autóctona del tricilíndrico se justifica. No hay mucho para agregar sobre este motor, que tiene un funcionamiento eficaz, confiable, está a la par de muchos rivales de su segmento, y pesa en la deseción de muchos clientes reacios a un 3 cilíndros. Por lo que no llega a ser criticable. Con él, el nuevo 208 logra prestaciones esperables: aceleró de cero a cien km/h en 11,6 segundos, y superó los 180 km/h de velocidad máxima. Es cierto que queda un poco relegado cuando un Onix 1.0 Turbo entrega la misma potencia, pero con más torque aunque con prestaciones mucho más convincentes a pesardel delay del turbo.










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