El Director de PSA cree que la crisis de Covid asociada con otros eventos, como las regulaciones de CO2, socavará a los fabricantes.
PSA una vez más sorprendió por sus resultados financieros. Si bien sus ventas se desplomaron en la primera mitad del año, casi a la mitad, el grupo francés logra seguir siendo rentable. Al presentar la revisión de mitad de período para 2020 por teleconferencia, Carlos Tavares, quien encabeza PSA, enfatizó que el grupo se ha convertido en "una compañía que resiste todo tipo de clima". Durante los últimos años, tras recuperarse de una crisis terminal, PSA ha estado muy bien gracias a una estrategia drástica de reducción de costos diagramada por Carlos Tavares , que por supuesto ha aplicado en las últimas semanas.
El hombre confía en que la industria automotriz atraviesa una gran tormenta, por supuesto vinculada al Covid. Los efectos negativos se agregan a un contexto que ya era particularmente delicado, en particular por las regulacion de emiciones cada vez más severas que implican inversiones colosales en la electrificación de las gamas lo más rápido posible.
Carlos Tavares cree que la crisis sacudirá el panorama automotriz. Y en una entrevista con Les Echos , no duda en declarar que los eventos actuales "pondrán a prueba a las empresas y mostrará las que son ágiles, frugales y las que no lo son". Eso es bastante sencillo! Obviamente no da un ejemplo específico.
¡Se podría pensar en FCA con quienes PSA está en proceso de fusión! Al grupo italo-estadounidense le está costando mucho más enfrentar la crisis del Covid-19. Carlos Tavares no pretende cuestionar la fusión, destacando que la crisis muestra precisamente la importancia de un agrupamiento de fuerzas, pero especifica que las modalidades de la finalización dependerán de la posición financiera de los dos grupos para el enfoque final.
En términos más generales, si la crisis actual no parece conducir a desapariciones totales, sin duda acelerará la evolución de la estrategia de las marcas en términos de establecimiento en el planeta. Nissan y Mitsubishi, por ejemplo, han planeado reducir su tamaño en Europa. Renault hará lo mismo en China, VAG debido al dieselgate, el complicado y retrasado lanzamiento de su nuevo eléctrico ID3 que llevo a un importante retraso en su llegada y enormes gastos extra para la solución de graves problemas eléctrónicos,ha acumulado una deuda de 196.000 millones de euros.
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